El detergente es un producto de limpieza diseñado para eliminar la suciedad, manchas, aceites y otros residuos de diversas superficies, telas y materiales. Funciona mediante el uso de tensioactivos (agentes de acción en la superficie) que reducen la tensión superficial del agua, permitiéndole penetrar y levantar partículas de suciedad. Los detergentes vienen en diversas formas, incluyendo polvos, líquidos, geles y concentrados, y están formulados para diferentes aplicaciones como lavandería, lavado de platos, limpieza de superficies e industrial. La fórmula típicamente incluye tensioactivos, constructores (para ablandar el agua y mejorar la limpieza), enzimas (para descomponer manchas específicas) y otros aditivos como aclaradores ópticos, fragancias o conservadores. Los detergentes modernos pueden estar diseñados con características específicas como ser libres de fosfatos, biodegradables, a base de plantas o adecuados para máquinas de alta eficiencia. Están diseñados para abordar diferentes desafíos de limpieza, desde la suciedad diaria hasta las manchas difíciles, y pueden adaptarse para su uso en agua caliente o fría, condiciones de agua dura o blanda. Los detergentes juegan un papel crucial en mantener la higiene, la limpieza y la durabilidad de los artículos domésticos y comerciales, ofreciendo soluciones convenientes y efectivas para una amplia gama de necesidades de limpieza.