El jabón para platos concentrado tiene un gran poder de limpieza en muy poca cantidad de líquido, por lo que usas menos producto con cada lavado. Como cada botella contiene más ingredientes activos y menos agua, los fabricantes necesitan menos plástico, menos combustible para transportarlo y menos energía para producirlo. Esa pequeña cadena de suministro se traduce en una huella de carbono más pequeña y menos basura para el océano o el vertedero. Aunque la fórmula es espesa, unas pocas gotas eliminan fácilmente los restos de comida adheridos y las ollas grasientas, ahorrándote la frustración de volver a lavar. El gel pegajoso permanece en los platos el tiempo suficiente para que los agentes de limpieza descompongan las manchas difíciles sin resbalar. La mayoría de las marcas también equilibran el pH y añaden vitamina E o aloe, para que tus manos se sientan cómodas, no agrietadas, después de fregar. Elegir un jabón para platos concentrado significa que una botella dura muchas semanas, protegiendo tu bolsillo y dando al planeta un poco de espacio para respirar al mismo tiempo.