El detergente para lana está diseñado para limpiar tejidos de lana mientras preserva su suavidad, elasticidad y color. Las fibras de lana son delicadas y propensas a encogerse o enredarse cuando están expuestas a productos químicos agresivos o temperaturas extremas, por lo que el polvo utiliza tensioactivos suaves, de baja espuma y un pH ligeramente ácido (típicamente 3.5–5.5) para coincidir con la acidez natural de la lana. Esto ayuda a prevenir el hinchazón y el daño de las fibras durante el lavado. La fórmula suele incorporar lanolina o acondicionadores a base de plantas para reemplazar los aceites naturales de la lana, manteniendo el tejido flexible y reduciendo la electricidad estática. Se pueden incluir enzimas para descomponer manchas basadas en proteínas como el sudor sin dañar las fibras. El detergente para lana está diseñado para usarse con agua fría y ciclos suaves, y se enjuaga completamente para evitar residuos que puedan causar rigidez. Es ideal para limpiar suéteres, mantas y accesorios de lana, manteniendo su textura lujosa y previniendo la formación de bolas o deformaciones.