El detergente natural prioriza ingredientes derivados de fuentes naturales renovables, evitando productos químicos sintéticos y tensioactivos a base de petróleo. Generalmente utiliza tensioactivos de origen vegetal procedentes del coco, la palma o el aceite de oliva, combinados con agentes limpiadores minerales como el bicarbonato de sodio o el ácido cítrico. La fórmula está libre de fosfatos, agentes blanqueadores fluorescentes, parabenos y fragancias sintéticas, recurriendo en su lugar a aceites esenciales para el aroma (si está perfumado). El detergente en polvo natural puede incluir enzimas derivadas de fuentes naturales para descomponer las manchas, y suele ser biodegradable y seguro para sistemas sépticos. El polvo es equilibrado en cuanto al pH para ser suave con la piel y los tejidos, lo que lo hace adecuado para hogares con piel sensible o preocupaciones ambientales. Elimina eficazmente la suciedad cotidiana y los olores mientras se alinea con principios de vida sostenible, ofreciendo una alternativa natural a los detergentes convencionales.